Darío César Ramírez, entre su extensa actividad laboral, trabajó en un medio periodístico de Concordia, atraviesa una situación crítica: necesita un empleo para poder costear el alquiler y los remedios de su esposa, quien padece enfermedades crónicas. Por eso hizo un posteo en redes. Con miles de impresiones en pocas horas, su historia reflejó la realidad de muchos argentinos.
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Darío también fue camarógrafo y fotógrafo. (Foto gentileza: Darío Ramírez) |
Tiene 63 años y vive en Escobar. Su historia, compartida con miles en redes en cuestión de horas, no es ficción ni novela: es la realidad de muchos argentinos que sienten que quedaron fuera del sistema. Electricista con una trayectoria amplia en mantenimiento industrial y general, además de experiencia en logística terrestre y marítima, se enfrenta hoy a un obstáculo que va más allá de su formación: la falta de oportunidades.
En su posteo, Darío pidió ayuda: “Necesito, deseo y quiero trabajar. Perdón que solicite vuestra ayuda. Si alguien de corazón desea darnos una mano sin compromiso, se los agradeceré”. La publicación se volvió viral rápidamente: más de mil compartidos y cientos de comentarios.
En diálogo con TN, Darío explicó su experiencia laboral y la diversidad de trabajos que ha desempeñado a lo largo de su vida. “Soy electricista, oficial electricista, mantenimiento industrial, eléctrico, general, y trabajé mucho tiempo en logística. Operaciones terrestres, marítimas, con camiones, con buques de carga, exportaciones, operaciones de campo en logística, mantenimiento general de herramientas eléctricas que hice en Pichín y en otras empresas también”, explicó.
Su relato revela la frustración de sentirse activo, con experiencia y ganas de trabajar, pero a la vez invisibilizado. “Trabajé siempre, toda mi vida, desde los 18, 19, 20 años, hasta la actualidad y quiero seguir trabajando. No me puedo jubilar porque no tengo la edad, tengo 33 años de aporte, pero me faltan dos años para jubilarme. Inclusive, si así me jubilara, también necesito trabajar. Uno sabe cómo está el sistema hoy y el país, así que no me queda alternativa. Es como que te encontrás fuera del sistema”, dijo Darío.
“Con mi señora, Gladys Maurente, atravesamos una situación bastante complicada. No queremos quedar en la calle a fin de mes y necesitamos poder pagar el alquiler además de comprar sus remedios mensualmente debido a su enfermedad crónica: hipotiroidismo, ataques de pánico y ansiedad. El que sufre sabe de qué hablo”, relató en su publicación.
Darío asegura que no busca donaciones, sino una oportunidad laboral real. “No quiero donaciones, quiero trabajar. Tengo ganas, voluntad, deseo y necesito trabajar. Mis manos y mi cuerpo están para trabajar”, remarcó.
A lo largo de su vida, Darío también incursionó en otras áreas. Fue camarógrafo particular, trabajó en un medio periodístico en Concordia, fue fotógrafo y realizó trabajos de radio. Sin embargo, reconoce que la edad y la falta de oportunidades dificultan insertarse en el mercado laboral nuevamente.
Sobre su ética de trabajo, no tiene dudas: “Responsabilidad, honestidad, sincero, no soy de faltar nunca. Que me prueben: si algo no lo sé, lo aprendo rápido. Mis experiencias laborales anteriores están registradas. Soy responsable de mi trabajo y aprendo rápido si hay algo que no conozco”.
El mercado laboral, según Darío, es competitivo y muchas veces excluyente. “Sí, hay trabajo de electricidad. El tema es que hay mucha competencia. Para trabajar en electricidad necesitás transportar escaleras y herramientas, y yo ando a pie. No tengo un móvil, no tengo nada. Solo una mochila con herramientas y voy de acá para allá”, explicó.
El hombre reconoce que pedir ayuda no es fácil, pero aprendió que es necesario para avanzar. “Por un lado me cuesta pedir ayuda. Necesitaba desahogarme y ordenar la cabeza. Una persona me dijo: ‘Darío, pedí ayuda’. Y mucha gente solidaria respondió. Algunas no, no importa. Pero hay mucha gente solidaria”, dijo.
El S.O.S. de Darío no solo es un pedido de empleo, sino también una forma de hacer frente a la adversidad y la falta de oportunidades. “Lo que quiero transmitir a quienes puedan contratarme es que voy a trabajar, caiga piedra, truene o llueva. No llego tarde, no falto. Aprendo rápido y doy lo mejor de mí. Tengo experiencia y capacidad, y si algo no lo sé, lo aprendo. Solo necesito que me den la oportunidad”, concluyó.
Fuente: TN
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