Lo asaltaron 7 veces y le robaron 63 vacas: “Es una amargura el trabajo perdido”


 

Un productor rural de la zona de Gualeguaychú contó que después de un robo de animales sufrió la rotura de una prótesis de rodilla tras arreglar un alambrado. “No quiero sacar cuentas de todo lo perdido porque me amargo”, dijo.


El productor rural de Sarandí, zona de Gualeguacyhú, Francisco Melchiori, tiene un campo llamado "La Escondida" y contó que siete veces robaron en su casa y que en sus muchos años de productor contabiliza más de 63 vacas robadas de su rodeo. Después de un robo de animales hace más de un mes, sufrió la rotura de una prótesis de rodilla luego de arreglar un alambrado.



El último robo fue el pasado viernes en una habitación que hace las veces de galponcito para guardar materiales de trabajo. El hombre es jubilado de la mínima y contó que el “viernes pasado sonó la alarma que tenemos en la casa, pero enseguida se cortó en el celular a las 5.12 AM. También le sonó a mi hija y su pareja que trataron de que yo no me preocupe y se vinieron ellos. Llamaron a la policía, pero ellos llegaron antes. Prendieron las luces a 500 metros de la casa por uno de los accesos al establecimiento”, expresó.



Y detalló: “Los delincuentes se dieron a la fuga por la brosa y el Acceso Sur sin que la policía pudiera interceptarlos. Por fortuna cámaras que hay en la zona filmaron el auto; era un Gol negro, en el que se movilizaban y en el que seguramente cargaron todo lo que me robaron”.



Agregó que de la pieza mencionada faltó, “un compresor nuevito que usaba para inflar la goma del tractor, una hidrolavadora, una soldadora grande, además de tirar y revolver toda la casa. Intentaron llevarse los platos, pero quedaron apilados sobre la mesa. En el galpón quedaron cosas tiradas. Por otro lado quisieron sacar la batería del tractor no pudiendo hacerlo en esta oportunidad, ya que en otras dos ocasiones sí la habían podido sacar y llevársela, mientras que en otra intentaron, pero no lograron su cometido con el saldo de que la batería quedó inutilizada”.


Le robaron hasta la ropa del placard

Indicó que el último robo “fue el séptimo en la casa”. La primera vez, detalla, le robaron “todas las herramientas de mano tales como amoladora, taladro eléctrico, una caja de llaves tubo, estriadas, después vinieron en una jornada en la que fui a la ciudad, cayendo esa jornada un fuerte chaparrón. Al otro día vengo y observo que desde la calle se vinieron caminando hasta la casa. Ya en la misma agarraron una frazada grande donde cargaron televisor, un decodificador. Llegaron todos mojados, se sacaron la ropa que tenían puesta, se colocaron vestimenta de mi propiedad y dejaron lo mojado en la cama”.

Sobre el último golpe dijo que no quiero “sacar cuentas porque me amargo, dado que son muchos años de trabajo y esfuerzo que te arruinan con hechos de esta naturaleza”. Eso sí “la garrafa que está atada a una cadena no la pudieron sacarla, pese a que le pegaron muchísimos garrotazos”.

Contó que “nada detiene a quienes se manejan en el ámbito de la delincuencia. He colocado rejas y la sacan, me levantan las puertas. Usan palos, mazas, palas de punta, elementos que utilizan con total impunidad.” Dijo que “seguramente deben tener algún campana que les informa de los movimientos en la zona. Saben cuándo venir y en consecuencia actuar”.


Desafortunadamente, por los ladrones, en una noche que llovía bajó del tractor con tanta mala suerte que se resbaló y “me pegué en una prótesis de rodilla que me habían colocado hace 9 años, se rompió y hubo que cambiarla con todos los inconvenientes que esto origina. Tengo la rodilla hinchada y debo caminar despacio”, destaca y acota que “aparte del robo de los animales, el robo en la casa sufro un fuerte golpe luego de arreglar un alambrado”.

Señaló que “hace unos 10 años que no me quedo en la casa como solía hacerlo en el afán de que no me robaran las vacas, aunque el cuidado de las mismas es difícil, ya que la casa está a 1700 metros del camino y los animales están en cuatro potreros, razón por la que arrearlos y encerrarlos en un corral a la noche resultaba imposible. Llevo bien la cuenta y puedo asegurar que me han robado, entre vacas y terneros, 63 animales, desde el 2005 en adelante, con un perjuicio económico importante, además de lo que lo afecta a uno y a la familia anímicamente este tipo de hechos”.
Contó que de su campo, por los cuatreros, van “cortando campo arriando los animales hasta el Paso del Tala donde normalmente carnean y depostan”.

Sostuvo que “está cansado y la verdad ya no sé qué más hacer con el tema de los robos de ganado, pero desde que está preso un señor muy conocido el faltante de hacienda ha disminuido”.

Señaló que “voy y vengo desde mi casa en la ciudad al campo. Es muy raro que me quede. Aparte un jefe policial me recomendó que no me quede solo, porque puede suceder que asalten, aten y golpeen como ya ha pasado”.

Detenidos

Por el último robo a la casa indicó que hay “cuatro personas detenidas que serían los autores del hecho aunque las cosas no aparecen. Me puse en contacto con el Comisario Cristian Graciani, Jefe de la Brigada de Abigeato, que cortó y mucho el robo de ganado. Estaba en Paraná, se vino de la capital para trabajar en el hecho”.

Con un campo de 170 hectáreas es “muy difícil tener un empleado porque los números no dan, máxime en un año, como el 2020, que golpeó duro en la crianza de los animales. Cuando necesito ayuda para vacunar u otras tareas llamo a personas para que me den una mano en trabajos puntuales”.

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