"Aportes para una GESTIÓN SOCIALISTA Y PROGRESISTA"

¿Qué es una Gestión Socialista y Progresista?

En principio, una Gestión Socialista y Progresista, es una conducción política determinada, con una ideología basada en la filosofía del Socialismo y de otros grupos Progresistas afines y allegados, con un correspondiente arraigo colectivo en su territorio, en un contexto histórico, económico,  social y cultural específicos.
Una Gestión Socialista y Progresista deberá estar guiada y orientada por los valores universales de la Igualdad, la Libertad y la Solidaridad, mediante una ética pública y un compromiso social de honestidad, dignidad y transparencia plenas.

Para que, dicha gestión política, pueda definirse como Socialista y Progresista, deberá regirse, guiarse y orientarse como una organización política surgida y emanada desde la clase trabajadora y desde las mayorías obreras y populares para, desde ese arraigo, proponerse implementar y aplicar propuestas que estructuren y faciliten transfomaciones favorables y crecientes mejoras en las condiciones y en las situaciones de vida de los trabajadores y de las más amplias mayorías sociales y democráticas.



Cómo lograrlo:

Tal propuesta de Gestión Socialista y Progresista será posible lograrla mediante la participación, la redistribución y la cooperativización de toda la riqueza material y espiritual de una sociedad, priorizando las necesidades y los anhelos de dicha población,  elevando, así, el nivel de bienestar colectivo y la real y objetiva posibilidad de un progreso genuino; un progreso verdaderamente equitativo, federalista, comunitario, honesto,  digno, solidario y fraternal.

A su vez, es preciso, también, generar espacios de una mayor y más creciente participación,  por parte de los trabajadores y del pueblo, en todos los ámbitos de la práctica comunitaria cotidiana, generando espacios e instancias que faciliten la creciente democratización territorial y la participación de la clase laboriosa y de los sectores mayoritariamente castigados y excluídos por el capitalismo, en los asuntos de la cuestión pública.

Dicho de otra manera: la Gestión Socialista y Progresista deberá crear los canales de aportes, de críticas, de diálogo y de intercambio de ideas y de experiencias entre diferentes y muy diversos sectores de las mayorías sociales y democráticas, canales que suelen ser negados durante las gestiones políticas burguesas y pro-capitalistas en crisis pero, aún hoy, dominantes.

La Participación Ciudadana, un factor clave y esencial:

La Gestión Socialista y Progresista, además de contar con una plataforma de ideas, de objetivos y de propuestas previamente trazadas y en contínua renovación, también deberá guiar, orientar y acompañar la creación de espacios colectivos para proponer, debatir, sancionar e implementar normativas para el mejoramiento equitativo de la vida social, comunitaria y colectiva.

Por ejemplo, será prioritaria la creación de espacios colectivos con respecto a la planificación del presupuesto participativo local, la regulación de los servicios públicos (agua, electricidad, gas, transporte, etc), la organización de la Producción, de la Educación, de la Salud, de la Vivienda, etc, los proyectos para derrotar la pobreza,la desocupación, la violencia, la desculturalización, la contaminación ambiental y todas las más variadas necesidades y demandas que surjan desde la población misma; necesidades y demandas que exigen su pronta satisfacción y su justa resolución.

Todos los logros y los avances de una Gestión Socialista y Progresista irán sentando, así, las bases de una cultura social integradora,  inclusiva, consensuada, participativa, amplia y plural, tendiente a cooperativizar las relaciones sociales en la vida comunitaria, en relación con otros grupos humanos y ambientales.

Perspectivas de una Gestión Socialista y Progresista:

Además del rol desempeñado por los funcionarios y miembros de una Gestión Socialista y Progresista en particular, también los otros ciudadanos en general, los vecinos,  los trabajadores ocupados, subocupados y desocupados, del campo y de la ciudad,  jóvenes,  ancianos,  hombres, mujeres, respetando identidades religiosas, etarias, sexuales, étnicas, ideológicas, filosóficas,  grupales, etc. junto con instituciones estatales,  privadas o mixtas, asociaciones,  comisiones, sindicatos, gremios, cooperativas, mutuales, asambleas, etc, de igual a igual,  contarán con su correspondiente espacio para participar y aportar; intercambiar y consensuar; sugerir y proponer; promulgar y aplicar.

Esto también, contribuirá a seguir impulsando y apoyando, fomentando y extendiendo, desde y hacia todas las áreas, todos los logros y los avances científicos, técnicos, artísticos, culturales, etc, en favor de las mayorías sociales y productivas, alumbrando cambios estructurales y superestructurales; cambios cada vez mayores y cada vez más profundos,  cada vez más progresistas y más equitativos,  cada vez más inclusivos y más integradores.

Estos aportes abrirán caminos, desde la sociedad de clases que es el capitalismo actual, viciado de injusticias e inequidades, rumbo a la necesaria sociedad sin clases, siendo el Socialismo la transición colectiva, creativa y mancomunada, más acorde y más adecuada, para lograr la justicia y la equidad, la unidad y la liberación favorables para todo el vastísimo, fecundo e inmenso Pueblo Trabajador.

Fernando Adrián Zapata, profesor y escritor, miembro del Partido Socialista (PS), Concordia, Entre Ríos, Argentina, Enero de 2019

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